Hoy he visto

Sabido es que desde hace años los partidos de competiciones autonómicas de baloncesto y locales que se disputan en Burgos en pistas que gestiona la Delegación burgalesa se juegan en los distintos polideportivos de la ciudad en los tercios que dividen lo que es la pista principal, salvo casos excepcionales.

No es motivo de este artículo esa cuestión, sino cosas que en este caso son ventajas de cara al espectador ya que por el precio de uno puede ver hasta tres encuentros simultáneos concentrados en escasos metros. Esta situación permite, más allá del mero aspecto deportivo ver muchos más detalles y cosas que este fin de semana, y al menos para mí han sido demasiados.

He visto mucha, mucha gente jugando a baloncesto, especialmente niños y niñas que son felices con un balón en la mano, aprovechando cualquier momento para tirar a canasta y divertirse con este juego (ILUSION), también los he visto más mayores, incluso más que yo, disfrutando de un rato de deporte y compartiendo la tarde con los amigos y familiares con la excusa del partido del fin de semana (AMISTAD)

También he visto gente comprometida con su equipo, levantarse de la cama estando enfermos para no fallar a “los suyos”, gente lesionada o con molestias  dispuesta a ayudar en lo que pueda al equipo sin importar el dolor. (COMPROMISO)

Desde la grada se ven y se escuchan muchas cosas que a veces no se ven tan bien a pie de pista, he podido observar comportamientos deplorables de padres y aficionados protestar sistemáticamente, más allá de los razonable, cada jugada en contra de su equipo, a veces rozando la violencia y donde el insulto y la descalificación es la moneda habitual de comportamiento. Afortunadamente también he podido ver  padres animando a sus hijos, desde el respeto y aplaudiendo las jugadas de merito del rival y felicitando a ambos equipos por el juego y el esfuerzo realizado (DEPORTIVIDAD).

Como entrenador también he podido ser testigo de compañeros que pese a perder han estado con sus jugadores animándoles y felicitándoles por haber dado todo en la cancha, de haber mejorado las cosas trabajadas en los entrenamientos y que esa, junto el disfrutar jugando, es la verdadera victoria de la semana (FORMACION). Desafortunadamente he sido testigo de jugadores que en la derrota y pese a haberse dejado el alma en el campo, han sido abandonados y dados la espalda por su entrenador.  También he visto y oído, entrenadores ayudar al arbitraje reconociendo aciertos en jugadas difíciles de ver, en gestos amables que permiten relajar en algunos momentos algunas situaciones algo comprometidas, por el contrario también he visto y oído lo contrario, protestas reiteradas e incluso insultos por detalles que en nada tenían que ver los implicados.

Respecto a los árbitros también desde la grada se ven muchas cosas, desde gente que ayuda a la formación del jugador explicando, dentro de lo posible, el porqué de la sanción aplicada hasta árbitros que como chándal en el partido (autonómico) usan el del equipo donde están como jugador (creo que un árbitro no puede mostrar eso en un partido).

Pero ante todo lo que he podido ver este fin de semana es un partidazo entre dos equipos infantiles, jugándose una plaza en semifinales, peleando hasta el final, donde las alternativas han sido constantes y donde, si bien una de los dos equipos se llevo la victoria, quien ha ganado de verdad ha sido el BALONCESTO.

Muchas cosas, a veces más de lo que quisiera y como en botica, un poco de todo.